Aunque parezca extraño, donde la palabra quiero se encuentra menos es en la voluntad libre de los hombres.
En la práctica, solemos confundir mucho el querer y el desear. En realidad, solo deseamos las cosas, muy pocas veces las queremos.
Querer algo de verdad es quererlo, cueste lo que cueste; es tomar un camino de decisión y de compromiso en la vida. Y un camino así es duro y nos espanta a la mayoría.
Queres, con la voluntad, es tomar la vida en serio. Y porque hay muy pocos que quieren tomar la vida en serio, hay muy pocos que quieren de verdad algo.
Por eso encontrarás tan poca competencia si quieres llegar a la cumbre y andar por el camino de la perfección.
Y por eso verás a tantos que en la vida se contentan con sentarse a mitad de ruta pra contemplar cómodamente el paisaje.
Todos deberíamos preguntarnos muchas veces:
Cuando uso la palabra quiero, ¿la pronuncio con los labios, con el corazón o con la voluntad?
Jean Baptiste Lacordaire
No hay comentarios.:
Publicar un comentario